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Especial Juegos Olímpicos Río 2016

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Mariana Foglia y Pablo Defazio

Una familia olímpica

Apostaron al proyecto en Nacra 17 y el sueño se hizo realidad

Pablo Defazio y Mariana Foglia llevan una vida entera dedicada a los deportes náuticos. Compitieron en Sudamericanos, Panamericanos y Mundiales con grandes éxitos, hasta incluso fueron campeones continentales en 2002 en Asunción, en la clase snipe.

Los años pasaron. Las idas y vueltas también. Se casaron en 2008 y un año más tarde llegó Paula, la única hija del matrimonio que mirando los Juegos Olímpicos de Londres 2012 se propuso competir en una categoría que los llevara a Río 2016.

En 2012, cuando el Uruguay entero esperaba los Juegos Olímpicos de Londres, el matrimonio estaba con la cabeza camino a Río 2016, buscando una clase para poder competir. Fue así que surgió la idea de comprar un barco de Nacra 17. “¿Por qué no hacemos campaña?”, le pregunté a Mariana, contó Pablo. “Estás loco”, fue la respuesta de ella. Pero los días pasaron y se fueron convenciendo. “Trabajamos la idea y terminamos decidiendo comprar el barco”, recordó Pablo.

Mariana Foglia y Pablo Defazio

De ahí en más comenzaron a hacer números. La idea primaria era comprar un barco para comenzar, pero se dieron cuenta que necesitaban dos porque cada vez que viajaban a competir al exterior, tenían que alquilar uno. “Hicimos la cuenta y yendo a tres torneos en Europa gastábamos lo mismo que nos salía comprar un barco”, dijo Mariana.

“Para comprar el primer barco tuvimos el apoyo de Punta Ballena. Sin eso no podríamos haber comprado el segundo barco”, contó Pablo, agregando que “la inversión inicial fue muy grande. Por suerte había una partida de barcos que en lugar de costar 19 mil euros costaba 16 mil y eso ayudó”.

UNA CAMPAÑA NOVEDOSA

Para conseguir fondos en la campaña olímpica, ya sea para viajar a determinadas competencias o entrenamientos, comprar velas o materiales para el barco, Defazio y Foglia innovaron en una campaña de crowdfunding en las redes sociales.

“Campeón de la gente” fue un proyecto que apoyó a varios deportistas celestes en su camino a Río y también rumbo a diferentes torneos internacionales con ayuda económica que llegaba a través del público en general con aportes de todo tipo.

Defazio y Foglia se armaron por las suyas una campaña en las redes sociales para recaudar. “La primera campaña fue Mariana la que le metió mucho huevo, horas, semanas y casi dos meses con la computadora. Después nos dimos cuenta que vía mail logramos más recepción y conseguimos bastante apoyo”, contó Defazio.

Mariana Foglia y Pablo Defazio
Mariana Foglia y Pablo Defazio
LA CLASIFICACIÓN, LA PREPARACIÓN Y LAS EXPECTATIVAS

En enero, Mariana Foglia y Pablo Defazio consiguieron la clasificación en el Circuito Mundial de Miami y explotaron de alegría. “Fue un momento único. Se nos pasaron muchas cosas por la cabeza, pero sobre todo el disfrute de poder llegar a los Juegos Olímpicos”, contó Mariana.

De ahí en más, el apoyo económico creció pero la intensidad de los entrenamientos también. Hubo muchos viajes, semanas fuera de Montevideo y lejos de Paula, la hija de Pablo y Mariana que hoy tiene 7 años.

La preparación fue extensa e intensa. “Por suerte pudimos hacer todo lo que planificamos después de clasificar. Estuvimos en Europa, donde competimos y entrenamos, luego fuimos a Río a encontrarnos con el barco allá y dejar todo pronto, así que ahora solo resta instalarnos allá y competir”, explicó Defazio.

“Estuvimos mucho tiempo afuera y no fue fácil. A Paula la convencimos cuando fuimos por última vez a Europa que era el último viaje largo. Después la llevamos a Río para que estuviera con nosotros una semana y ahí pudo ver bien de cerca todo lo que vamos a poder vivir en los Juegos”, contó Mariana.

Ahora, la meta del matrimonio está centrada en hacer las cosas lo mejor posible en su primera experiencia olímpica: “El objetivo que nos pusimos fue entrar en la medal race. Es difícil porque en nuestra clase más allá de la experiencia o preparación, hay muchos equipos que tienen chance de ganar una medalla si en esa semana están inspirados”, remarcó Pablo.

Mariana por su parte, contó que “nuestro objetivo es promediar. No vamos a ganar una regata y quedar últimos en otra, lo que procuramos es meter un décimo lugar en una, 12 en otra, un séptimo puesto en otra para así lograr la meta de llegar a la final que sería estar entre los 10 mejores de 20 embarcaciones”.

“Quedar entre los 10 primeros sería como una medalla para nosotros porque clasificamos hace seis meses. No fue una casualidad porque trabajamos para eso, pero en el torneo que clasificamos estábamos lejos de los primeros lugares. En Francia después nos fue mejor ya que el avance que tuvimos fue importante y eso nos da la tranquilidad para dejar todo en cada regata”, cerró diciendo Defazio.