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Especial Juegos Olímpicos Río 2016

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Andrés Silva

Superó la tormenta y sonrió

“Pies Alados” va por sus cuartos Juegos Olímpicos

A los 12 años Andrés Silva se mudó de Tacuarembó a Maldonado y su vida cambió. En el Liceo hizo algunas pruebas de atletismo y allí comenzó una relación que hasta hoy se mantiene y que le regalará la cuarta presencia en los Juegos Olímpicos.

“De chico jugaba al fútbol. Era volante por la derecha y me destacaba desbordando. Pero cuando llegué a Maldonado, en el Liceo empecé a competir en atletismo, hubo una preselección de talentos y de mi clase eligieron a nueve. Yo estaba ahí y hoy en día soy el único que sigue compitiendo”, recordó el atleta de 30 años.

Con 15 años, Silva ganó su primera competencia internacional en Santa Fe, Argentina, en los 400 metros llanos. “Ahí dije, ‘esto me gusta’. Me llamó la atención viajar y empecé a entrenar de otra manera”, recordó.

Andrés Barrios, su entrenador, tenía la chance de llevarlo a un Mundial pero decidió esperar para que el atleta compitiera en el Mundial de 2003 en octatlón (pruebas combinadas) porque apostaba al título. “Las marcas se estaban dando, primero fui campeón nacional, luego Sudamericano y llegó el Mundial. Terminé primero en la jornada del sábado y el domingo mantuve esa posición para ser campeón con récord del mundo. Ahí me di cuenta que esto iba en serio”, dijo Andrés Silva.

Andrés Silva

A partir de ese momento, el tacuaremboense cosechó muchos logros nacionales e internacionales, pero como todo deportista, también tuvo algunas frustraciones que lejos de tirarlo abajo lo fortalecieron, aunque su vida pasó por diferentes estados. “En 2007, en un Panamericano en Río de Janeiro tuve uno de los peores resultados en una competencia. Había entrenado, me había preparado y estaba listo para correr. Se escuchó el disparo y hasta el día de hoy no sé que me pasó. Fue la peor carrera de mi vida. Pasó eso y dije ‘hasta acá llegué’. Dejé de correr. No quería saber de nada y volví cuatro meses después”, contó.

Sin dejar de pensar en Río, Silva se animó a mirar hacia el futuro y concluyó con un anhelo: “Si llegué a cuatro Juegos, puedo llegar a los quintos”.

Alentado por Andrés Barrios, su familia y sus amigos, “Pies Alados” regresó a la pista. Hoy es uno de los deportistas más exitosos del Uruguay y tras superar una mala actuación en Londres 2012 y una sanción por un control antidopaje adverso en 2015, Silva consiguió la clasificación a Río 2016 en junio en Praga, República Checa, con una marca de 49”28, superando los 49”40 que necesitaba para ser olímpico nuevamente.

LO VIVIDO EN 2015 Y EL CAMINO A RÍO

“El 2015 no fue el peor año de mi vida, pero viví momentos que no quiero recordar. Fue duro dar la cara y decir que no era culpable. Solo me quedaba demostrar que no lo era y fue cuestión de tiempo”, dijo.

Ahora,“Pies Alados” se prepara para su cuarta cita olímpica y el objetivo está planteado: “Lo primero que quiero hacer es mejorar lo hecho en Londres, donde no pasé la fase. También hay que ser realista. No puedo decir que voy a ir a pelear una medalla, pero la meta es mejorar mi marca personal y a eso aposté”.

Andrés Silva
Andrés Silva