Milka Tomassini

Milka Tomassini era, como las demás, buena persona. De San Javier, una localidad de poco más de 2.000 habitantes, en diciembre se mudó a un tambo de San Pedro, un paraje rural próximo a Colonia del Sacramento. Milka ordeñaba con maquinaria, se levantaba temprano y trabajaba duro para mantener a sus hijos, sobre todo a los dos más chicos, fruto de su relación con Luis.

De Luis, de 42 años, se había separado hace algunos meses. Su entorno, aunque Milka era más bien reservada, sabía que él la había golpeado varias veces. Después dejó de hacerlo porque ella, cuenta un familiar (que como la amiga, piden mantener sus nombres en reserva), "se le puso firme". Pero las agresiones volvieron.

Milka lo había denunciado y la Justicia había dispuesto una medida cautelar contra Luis que, el último martes, llegó de madrugada al tambo de San Pedro, le disparó a la madre de sus hijos, que dormían a pocos metros, y luego se suicidó.

"Era una gran mujer, hija, hermana, amiga. Siempre que uno la necesitaba, a pesar de todos los problemas, siempre era positiva y tenía una hermosa sonrisa", escribe su amiga. "Y amaba tantos a sus hijos".

Por Belén Fourment