El Día Internacional de la Mujer comenzó con la peor noticia. Olga Costa, de 44 años del departamento de Salto, había sido matada por su expareja. No murió sola. Junto con ella no se suicidó el asesino —como sucede en muchas ocasiones—, sino que también le quitó la vida a uno de los policías que estaba encargado de custodiarla, luego de que ella realizara una denuncia por violencia de género.
El femicida, Cleomedes Medina, de 60 años, y Olga Costa se habían separado hace un mes, luego de que ella no soportara más los malos tratos, tras cuatro años de convivencia. El miércoles realizó una denuncia y por disposición judicial, considerando que ya había realizado amenazas de muerte en 2016 y era peligroso, se decidió que la mujer debía recibir custodia policial. Medina, mató a Olga con una escopeta recortada de caza. Disparó dos veces en la cabeza y luego asesinó a uno de los policías que intentó detenerlo de un disparo en el pecho.
Sonia Beatriz Salvi Izaguirre, prima de Olga, dijo a El País que la mujer ya había recibido amenazas la semana anterior.
Ella recordará siempre a su prima como una mujer que “amaba la vida”. “Fue excelente amiga, prima y madre” destacó, al tiempo que agregó que Medina “no era el dueño de su vida y no tenía derecho de sacársela”. Gissel Izaguirre, también prima de Olga, aseguró que ella hacía de madre y padre para sus tres hijos. “Dejaba muchas veces su vida personal por sus hijos, siempre pendiente de ellos y regalando sonrisas”, rememoró. “Siempre trataba de dar consejos y de salir adelante, así la voy a recordar”, afirmó Gissel.
Daiana Rosa, sobrina de Olga, contó que a su tía “le gustaban los caballos, las carreras y los campamentos con la familia”. Además, destacó que “era una persona que siempre estaba de buen humor” y “adoraba a sus hijos”. Daiana la recordará para siempre como una “mujer cariñosa, alegre, buena persona y buena madre”.
En tanto, Leticia, también sobrina de Olga, sostuvo que su tía era “luchadora, alegre, bonita y muy coqueta”, además de una excelente madre. En ese mismo sentido, Ramón, hermano de Daiana y Leticia, dijo que Olga “era una persona muy alegre, muy cariñosa, de buen corazón” y que nunca mostraba mala cara. Además, destacó que su tía era “divertida” y “muy sincera”.
Por Mariana Malek