1924

Otra vez la misma historia

Si se mira el Campeonato Sudamericano de 1924 por algunos rasgos generales, es difícil diferenciarlo del torneo del año anterior. Muchas características del torneo que coronó a Uruguay en 1923 se repitieron al año siguiente, por lo que ambos torneos parecen una copia.

Paraguay, que no había podido ser sede del campeonato por problemas económicos y de infraestructura, fue elegido en 1924 para hospedar el torneo. Nuevamente la situación de los guaraníes no fue la adecuada para albergar un evento de tal magnitud, por lo que se decidió quitarle el privilegio y nuevamente el torneo recaló en Uruguay. Nuevamente el Parque Central fue el lugar elegido para disputar los partidos. Bajo el mando de Ernesto Meliante, que casi repitió los jugadores del año anterior y los que conquistaron el oro olímpico en Colombes. Fueron 19 los futbolistas que integraron el plantel charrúa. Ocho de Nacional, tres de Lito, dos de Bella Vista, dos de Rampla Jrs., dos de Belgrano, uno de Wanderers y uno de Universal. Nuevamente la selección no contó con jugadores de Peñarol porque el club no estaba afiliado a AUF.

Con cuatro equipos participantes y con la importante baja de Brasil, Uruguay comenzó dejando claro que llegaba dispuesto a repetir el título en casa y el que lo sufrió fue Chile. La celeste derrotó 5-0 a los chilenos en el debut con tres goles de Pedro Petrone, uno de Pedro Zingone y otro de Ángel Romano. Argentina tropezó en el debut y empató 0-0 con Paraguay. En el segundo partido, con goles de Petrone, Romano y José Pedro Cea los locales volvieron a ganar, esta vez ante Paraguay que descontó gracias a un gol de Úrbita Sosa. Con puntaje perfecto la celeste llegó un punto arriba de Argentina, que venció a Chile y con todos los boletos para volver a quedarse con el máximo trofeo del continente. Al igual que en la mayor parte del campeonato, las tribunas del Parque Central estuvieron abarrotadas de gente. Durante todo el torneo se colocaron más de 70.000 entradas, un número que llamaba la atención para la época.

El 2 de noviembre el público local llenó el estadio tricolor para ver si Uruguay lograba su quinto título continental y su selección no falló. El resultado no fue el ideal, pero por el desarrollo del calendario el empate servía y la celeste aprovechó. Igualdad sin goles y los celestes festejaron. Nuevamente, en su casa al igual que en 1916 y 1923, Uruguay volvió a conquistar el título en su casa.