La selección uruguaya no llegaba en su mejor momento a la Copa América 1995. La última coronación había sido ocho años atrás en Argentina y la Copa del Mundo de 1994 le había sido esquiva al no poder clasificar en las Eliminatorias de Conmebol. Pero el público uruguayo tenía una razón para acompañar a la selección de 1995 y creer que tenía la gran oportunidad para cambiar la pisada: el lugar donde se realizaba. La organización del máximo torneo continental volvió a estar en manos de los charrúas y el público apostaba a que Uruguay vuelva a quedarse con el torneo, como en las seis veces anteriores. Para afrontar aquella copa, el entrenador Héctor Núñez conformó un plantel con 22 futbolistas con 12 del medio local entre los que se encontraban cinco de Peñarol, tres de Nacional, tres de River Plate y uno de Defensor Sporting. Además habían diez jugadores que llegaron del exterior: dos de Boca, uno de River, uno de Racing, uno de Olimpia, uno de América de Cali, uno de Zaragoza, uno de Cagliari, uno de Roma y uno del Inter de Milán.
Uruguay formó parte del grupo A junto a Venezuela, Paraguay y México, en un grupo que sorteó con cierta facilidad. Comenzó goleando a Venezuela por 4-1 con goles de Fonseca, Otero, Francescoli y Poyet.
En la segunda fecha recibió a Paraguay y nuevamente apareció Francescoli para darle el triunfo a la celeste. El “Príncipe” anotó el único gol con el que vencieron 1-0 a Paraguay y selló su clasificación a segunda fase. El cierre fue ante México, partido en el que empató 1-1 gracias a un gol de Marcelo Saralegui.
El cruce de cuartos de final pareció ser sencillo para Uruguay, pero en la práctica no fue así. Bolivia, el peor de los terceros, complicó el partido a los locales a pesar que Otero anotó el primero al minuto y luego amplió Fonseca. Sánchez descontó pero no alcanzó y los charrúas avanzaron gracias a un 2-1. El rival en semis fue Colombia, que había tenido una discreta fase de grupos y había salteado cuartos gracias a los penales. En el Centenario la celeste venció por 2-0 con goles de Adinolfi y Otero y se colocó ante la chance de defender la historia.
El 23 de julio de 1995 el estadio se llenó de punta a punta. Más de 60.000 espectadores coparon las tribunas para ver si Uruguay podía volver a levantar la máxima copa continental ante Brasil, que llegaba como campeón del mundo. Al principio no todo salió como se esperaba ya que Tulio, a los 30’, anotó la apertura y transmitió nervios a los espectadores. Pero Bengoechea cobró un tiro libre sutilmente y anotó el empate definitivo que llevó el desenlace a los tiros de penal. Y como si estuviera predestinado, Uruguay fue perfecto en la tanda de penales y se coronó. Francescoli, Bengoechea, Herrera, Gutiérrez y Martínez no fallaron, mientras que Álvez atajó un penal y confirmó el título. La celeste, en el Centenario y acompañado de su gente, celebró su Copa América número 14.