Tras la buena campaña en el Mundial de 2010, Uruguay, la selección de Óscar Washington Tabárez, quedó con una espina clavada. El desempeño del equipo había sido destacado pero no pudieron coronarlo con un título, por lo que quedó entre ceja y ceja. La Copa América de Argentina en el año 2011, solo uno después del Mundial de Sudáfrica, era la chance ideal para lograr el cometido. Uruguay, con Forlán, Suárez y compañía cruzó el Río de la Plata como uno de los serios candidatos, aunque no iba a ser fácil. Brasil, siempre peligroso, y Argentina, con Messi en sus filas, amenazaban con dar seria pelea. A pesar de la chapa de favorito con la que llegó al torneo, Uruguay demoró en dar pie y durante la fase de grupos se vio envuelto por un manto de dudas. Perú, Chile y México compartieron el grupo C y a los charrúas les costó más de lo esperado lograr la clasificación.
El comienzo fue con un tropiezo, o al menos no con lo que se preveía. Ante Perú, se esperaba que conquistaran los tres puntos en la primera fecha pero Paolo Guerrero sorprendió y puso arriba a los incaicos en el primer tiempo. Luego Suárez empató el partido y sentenció el 1-1 final que llamó la atención. La situación se hizo cuesta arriba en la segunda fecha, cuando tampoco ante Chile pudieron conseguir los tres puntos. El resultado fue idéntico al de la primera fecha, 1-1, pero esta vez el tanto lo marcó Álvaro Pereira. El segundo empate consecutivo obligó a Uruguay a jugar el cierre del grupo como una final.
Esta vez, a pesar de las figuras de los de Tabárez, el salvador fue un inusual en las redes rivales pero que le había tomado el gustito en esa copa: Álvaro Pereira. El “Palito” apareció a los 14’ y anotó el único tanto del partido. El triunfo por la mínima puso a Uruguay en cuartos de final, pero la alegría trajo tristeza, o al menos preocupación. El siguiente rival era Argentina, en su casa y con todas sus figuras. En Santa Fé y con las tribunas abarrotdas el desafío parecía difícil, pero Diego Pérez enmudeció al estadio a los 5’ gracias a un tanto tras una pelota parada. Higuaín igualó a los 17’ y poco después el “Ruso” se fue expulsado, por lo que el panorama se torno negro. Pero la celeste sacó su “garra charrúa”, resistió los 90’ y definió desde el punto de penal. Fernando Muslera le contuvo un penal a Carlos Tévez y Martín Cáceres anotó el último, por lo que el “vecino chico” dejó afuera al anfitrión y le amargó la fiesta.
Tras eliminar a Argentina la celeste se encaminó rumbo al título y pareció seguir expreso. Con dos goles de Suárez despachó a Perú en las semifinales y llegó a definir la copa ante Paraguay en el Monumental. Con los ojos en la copa, Paraguay no significó resistencia y con un doblete de Forlán y un tanto de Suárez los celestes se quedaron con su Copa América número 15. Por si fuera poco, además de coronarse como el máximo ganador del torneo, Uruguay conquistó tres premios especiales: el premio Fair Play, el mejor jugador joven para Sebastián Coates y el del mejor jugador del torneo para Luis Suárez.