Luis Suárez

Barcelona

Llegó en un pase récord para la historia del fútbol uruguayo. El Barcelona depositó 81 millones de euros y se llevó al goleador de la Premier League. Aunque tenía una suspensión encima por haber intentado morder a Giorgio Chiellini en el Mundial, el conjunto Culé se la jugó por el uruguayo. Llegó sin hacer declaraciones, se encerró en la casa de sus suegros en Casteldefels y se entrenó por su cuenta en los Pirineos. Cuando lo habilitó la FIFA, estampó la firma, habló por primera vez con los medios como nuevo jugador blaugrana y de inmediato se puso a las órdenes de Luis Enrique.

El 25 de octubre de 2014, tras cuatro meses de espera, podía cumplir el sueño que había anticipado nueve años antes cuando comenzaba a hacer sus primeras armas en el fútbol holandés y aún tenía edad de sub 20: jugar en el Barcelona. El inicio fue duro. Aunque en su estreno tuvo un buen partido, dándole una asistencia a Neymar, su equipo cayó en el clásico ante Real Madrid en el Santiago Bernabéu por 3 a 1. Se decía que estaba gordo y se cuestionaba su posición en la cancha. Encima, no convertía… Sin embargo, al sexto encuentro se sacó la mufa y no paró más. Convirtió ante el Apoel por la Champions y marcó el primero de sus 67 goles en 90 partidos. A partir de allí, todo cambió. Se transformó en principal figura, llegó su revancha contra el Madrid (le dio la victoria por 2-1 en el Camp Nou) y ganó el triplete emulando al que consiguió el equipo de “Pep” Guardiola, hasta entonces por única vez en la historia de la institución, en la temporada 2008/2009. Barcelona se quedó con la Liga, la Copa del Rey y la Champions. Encima, cuando comenzó el actual semestre, sumó dos títulos más: la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes, donde fue elegido como el mejor jugador del torneo y además se consagró como goleador con cinco tantos en dos encuentros.

Como si fuera poco, ahora marcha primero cómodamente en la Liga, se encuentra en octavos de final de la Champions, es finalista de la Copa del Rey y mantiene un cabeza a cabeza con Cristiano Ronaldo y Gonzalo Higuaín para ver quién se consagra con la Bota de Oro.